Los hilos simulan movimientos, crean ilusiones, hacen incluso vivir sueños. Se convierten en el aliento de monotonas vidas sin meta ni sentido. Ellas al menos tienen un consuelo, son marionetas, muñecos inhertes aunque nos empeñemos en ver lo contrario. Pero, ¿que nos diferencia de ellas?, ¿los sentimientos?, ¿nuestros principios?
No...simplemente las costuras...